Kioto,  el mundo de la flor y el sauce

Kioto, el mundo de la flor y el sauce

Sabrina Martínez Garrido. Graduada en Estudios de Asia Oriental por la Universidad de Sevilla


芸者 Geisha, arte y persona en un mismo nombre.

El mundo que rodea a las geisha, y sus aprendizas las maiko, siempre ha estado envuelto en un velo de misterio y de delicada belleza que ha atrapado a más de medio mundo. Kyoko Aihara en su visita a Sevilla el pasado día 20 de Marzo de 2015 y con su obra “Geisha: a Living Tradition” ha conseguido desvelarnos un poco de ese misterio y acercarnos a este mundo impregnado de arte y tradición.

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Kyoko Aihara. Conferencia 20 Marzo, Sevilla. Fuente: Sabrina Martínez Garrido.

Hanamachi, literalmente ciudad de flores, son los barrios de Kioto donde viven, se educan y trabajan las geisha. Una comunidad matriarcal donde el concepto de familia adquiere un significado más allá de los lazos de sangre, una comunidad compuesta por diferentes gremios totalmente volcada en el cuidado de estas flores, las geishas, quienes representan el lado más tradicional del Japón, de su arte y de sus costumbres. En Kioto hay cinco grandes hanamachi que crecen alrededor del rio Kamo, de entre ellos Gion y Pontocho son los más conocidos y los que más turismo atraen. Estos barrios vivieron auge cultural y económico hasta el siglo XX, donde los estragos de la guerra hicieron que la gran mayoría de las casas de té y de geishas cesaran sus actividades.

Las chicas que deciden entrar en este complejo mundo se ven embarcadas en duro entrenamiento que durará toda la vida. Desde ikebana o arreglo florar, hasta danza y la ceremonia del té, las aprendizas de geisha siguen los pasos de sus hermanas mayores, las geiko, en el arte del entretenimiento. Pues son todas estas habilidades y la rica educación que reciben lo que las hacen las perfectas animadoras en las reuniones que se celebran en las ochaya o casas té.  A estas reuniones se las conoce como ozashiki y son de carácter privado ya que la ochaya no es de libre acceso sino que solo se puede acudir por invitación o contactos.

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Maiko. fuente: https://c3.staticflickr.com/3/2915/13665312844_d6a91b9bff_b.jpg

Parte del misterio que rodea a las geisha y las maiko se debe a su habilidad por guardar los secretos que se suceden en estas fiestas, donde más de un negocio se ha llevado a cabo. No es raro  que una geisha que no sepa mantener silencio fuera de las reuniones, no llegue muy lejos en su carrera.

Son las okiya o casas de geishas, las que se hacen cargo de la manutención, la educación y el vestuario de las geishas que viven en ellas. A su vez, cuando las aprendizas se convierten en verdaderas geiko, estas se comprometen con su trabajo a ayudar económicamente a la okiya y a las futuras geishas que llegan a ella. Son las buenas relaciones entre las okiya y las ochaya las que aseguran el trabajo y el éxito de la vida de una geisha en los hanamachi. Es por todo esto que la cada de geishas, antes de aceptar a nuevas candidatas en la casa, entrevista a las chicas aspirantes quienes deben de demostrar que afrontarán los 5 años de iniciación de aprendiza o maiko. Antiguamente las chicas que llegaban a estas casas eran de procedencia humilde, las familias pobres que no podían mantener a sus hijas las vendían a la okaasan, la mujer que regentaba la okiya, esperando un futuro mejor para ella. Hoy en día la elección de la chica es totalmente libre.

El calendario anual de la geisha, y en general de todo el hanamachi, está ligado a la vida del templo del cual han crecido al rededor. Por eso no es de extrañar que las festividades más celebradas por las geishas tengan que ver con eventos y ritos budistas o shintoistas, como es el caso del setsubun o los grandes bailes estacionales celebrados en el teatro Kaburenjo. A diferencia de los banquetes celebrados en las casas de té, estos eventos están abiertos a todo el público y tienen una gran afluencia, donde japoneses y turistas de todo el mundo se reúnen para disfrutar del arte de maikos y geikos.

Artículos de cultura japonesa.
Grupo de danza de geikos. Fuente: http://cdn.tatcha.com/images/uploads/onihide1.jpg

Es en estos casos en los que el papel de la geisha como embajadora del Japón más tradicional se hace patente con más fuerza, ya que se ha convertido en un icono reconocible en cualquier rincón del mundo. Los hanamachi, consciente de ello, alientan a las geiko en todas aquellas actividades que aseguren la continuidad de una comunidad que preserva lo antiguo en un mundo cada vez más moderno.

Sabrina Martínez Garrido. Graduada en Estudios de Asia Oriental por la Universidad de Sevilla


Imágenes

  1. Kyoko Aihara. Conferencia 20 Marzo, Sevilla. Fuente: Sabrina Martínez Garrido.
  2. Maiko. fuente: https://c3.staticflickr.com/3/2915/13665312844_d6a91b9bff_b.jpg
  3. Grupo de danza de geikos. Fuente: http://cdn.tatcha.com/images/uploads/onihide1.jpg