Cultura de los ‘Noraebang’ 노래방. Karaokes coreanos.

Cultura de los ‘Noraebang’ 노래방. Karaokes coreanos.

   Gloria Martín Villalba. Graduada en Estudios de Asia Oriental por la Universidad de Sevilla

Comúnmente asociamos la cultura de los ‘karaokes’ al país del sol naciente, Japón. Si, bien es una actividad propia de dicho país aunque se desconoce que a nivel de ocio, las coincidencias culturales entre países como Corea del Sur y Japón, resultan numerosas. La pasión por el karaoke transciende a todas ellas. En Corea del Sur los karaokes son denominados ‘Noraebang’, literalmente ‘habitación de canto’ o ‘habitación para cantar’.

En un país donde la vida nocturna preside al ocio, donde las innumerables y brillantes luces de neón no dejan de iluminar las congestionadas calles de ciudades como Seúl, hasta que el sol trae consigo el amanecer; Podemos encontrar numerosos locales dedicados a esta actividad. Un sinfín de noraebangs abren sus puertas a toda una legión de aficionados por el canto, que disfrutan versionando los “hits” de ayer y de hoy. De lunes a domingo y sin descanso alguno, de manera que los propietarios de estos karaokes disponen los turnos de sus empleados en jornadas que abarcan las 24 horas. En menor medida por la mañana, tarde y desbordando de clientela en las noches. Estos locales alquilan sus habitaciones de forma privada para ser testigos de memorables conciertos donde un grupo de amigos, un par de micrófonos, un trio de panderetas y algo de alcohol puede resultar una mezcla explosiva. Pues tanto en Seúl como en España, las borracheras con karaoke siempre suelen rememorarse como jornadas históricas, aunque en este país llegan a ser demasiado comunes y a día de hoy es una celebración que casi forma parte de la cultura coreana.

Hablamos de una habitación numerada, insonorizada y adecuada para la acción. Las regulaciones de seguridad obligan a los responsables del negocio a disponer de extintor de incendios en cada sala, incluido elementos de ventilación artificial como pueden serlo ventiladores de pared y aires acondicionados con frío y calor. Mayormente las habitaciones suelen ser oscuras en diseño e iluminación, dada la falta de ventanas para así aportar mayor intimidad al lugar. Suele estar presidida por una mesa central y un sofá modulable chaiselongue, en forma de ‘u’, que envuelve los flancos de la misma. Un escaso mobiliario que enfrenta un lugar más abierto para posibles coreografías, pues en definitiva, la disposición diáfana del lugar está pensada para dejar espacio al desmadre.

Entre las humildes comodidades que puede ofrecernos una habitación de noraebang común, podemos encontrar grandes altavoces que cuelgan de la pared y una enorme pantalla plasma, donde se visualizan las letras de las canciones que protagonizan la fiesta. Una fiesta que no solo llega a ser memorable sino también económica, pues los precios oscilan los 20.000 wons coreanos por hora, lo que supone unos 16 euros. Aunque puede variar según la localización del noraebang y el número de aficionados que vayan a contribuir en el pago.

En la mayoría de los casos, los minutos son contabilizados digitalmente en la pantalla o bien el aparato reproductor que facilita el karaoke, por lo que tras el pago realizado se inicia una cuenta atrás y transcurridos los 58  primeros minutos en la habitación se le suma un plus de tiempo que ronda los 15 o 30 minutos extra. Un servicio gratuito denominado ‘seobiseu’ 서비스, que generalmente los noraebang ofrecen en señal de agradecimiento por su visita, ya que debido a la alta competencia entre ellos, se presta especial atención al cliente.  Este servicio gratuito es intensamente esperado por la joven clientela que dispone de poco presupuesto para sus momentos de ocio.

Aun así, los norebangs coreanos no sólo son un fenómeno para jóvenes sino que también suelen ser un recurso muy socorrido a nivel empresarial, como guinda de una reunión o cena de negocios. Pues al tratarse de una sala privada oscura y diáfana donde el alcohol abunda, la vergüenza a hacer el ridículo entre desconocidos desaparece, celebrándose así grandes desmadres en lugares tan únicos como estos. Donde secretarias pierden la timidez al atreverse con baladas románticas o hits de girlbands que desatan la locura entre el público masculino, o empresarios que por unas horas se desprenden de su protocolo y corbatas porque desafiar al jefe en un dueto no tiene precio.

A pesar de ello, no en todos los noraebang se permite beber o incluso fumar, pero en su gran mayoría estos cuentan con productos como agua, bebidas edulcoradas, alcohólicas o algunos bocados dulces y salados entre otros, que son vendidos de forma independiente para complementar así los beneficios del negocio. De manera que en los noraebang no solo puedes cantar y bailar, sino que también sucumbir a la jugosa idea de hacerlo en compañía de bebidas y chucherías. ¿Quién podría resistirse a ello? ¿Quién podría cantar por horas sin disponer de un poco de agua?

Sin duda alguna en Corea del Sur han sabido sacar partido a este tipo de negocio que desgraciadamente es inexistente en ciudades como Sevilla. Por ello, invito a todo emprendedor a tomar nota de esta nueva forma de ocio tan original y necesitada en ciudades como la nuestra. ¿Pues quién no desearía ser su cantante favorito por unas horas?

 Gloria Martín Villalba. Graduada en Estudios de Asia Oriental por la Universidad de Sevilla